Se nota que Barcelona tiene ganas de reactivar el sector porque una gran parte de las marcas son muy nuevas, con 2 ó 3 temporadas en el activo, y tienene un denominador común: profesionales inquietos que, después de ser padres, deciden lanzarse a cubrir un espacio en el mercado que pide a gritos novedades. Ahora falta ver cómo evolucionan y crecen.
Nos encantaron los vinilos de Chispum, que han revolucionado el lenguaje de la decoración en las habitaciones infantiles. O Y porqué? o Bobo Choses, con su cuidada imagen. Pero también el atrevimiento y desparpajo de Beetu o el buen gusto de Le Toit de la Lune.
Así que cada niño que lleva unas Toms en un país desarrollado ha contribuido a que otro niño con dificultades económicas pueda ir calzado. Llevan 2.000.000 de pares de zapatos repartidos.
Una idea sencilla, directa y llena de valores tanto para los niños como para las familias. Vale la pena ver este enlace.
http://youtu.be/Evbs3ilpqwU
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