Este es el título de un interesante libro de la alemana Donata Elschenbroich, en el que entrevista a padres y madres sobre lo que creen ellos que sus hijos u otros niños deberían saber, conocer o haber realizado a esta edad. El perfil de los entrevistados fue lo más amplio posible para que reflejara en su conjunto la sociedad alemana de principios del siglo XXI. Tal como expresa la autora, las entrevistas sobre los conocimientos del mundo que desean a sus descendientes son siempre entrevistas sobre uno mismo.
Esta es una lista abierta con algunas de las respuestas imprescindibles.
- Querer ganar y saber perder
- Haber perdonado a un adulto un castigo injusto
- Relacionar imágenes con emociones
- Haber cocinado, limpiado, hecho la cama, trabajado...
- Haber participado en una pelea de almohadas
- Haber levantado un castillo de arena, un muñeco de nieve, encender un fuego,..
- Viajar, estar fuera de casa y sentir añoranza
- Donar al mendigo o músico callejero
- Haber reunido una colección
- Saber guardar un secreto
- Recordar una promesa cumplida
- Haber subido a un árbol
- Haber mediado en una pelea y mantenerse al margen
- Haber examinado el nervio de las hojas y las lineas de la mano
- Conocer insultos y palabrotas (en dos idiomas), tener nociones sobre niveles del lenguaje
- Haber notado el propio pulso, el de un amigo y un animal.
Nuestra aportación: enhebrar una aguja, hacer un avión de papel, haber subido a una montaña... Podéis hacer vuestras propias sugerencias que permitan una educación mejor.
¿Por qué es interesante este libro para las marcas?
- Porque define una edad de inflexión en todas las culturas, casi siempre olvidada, donde el "niño-bebe" pasa a ser "niño-niño". Donde del aprendizaje informal se pasa al aprendizaje formal. Es un periodo donde los niños ya saben leer y ya saben nadar. Es un salto enorme, gigantesco en sus vidas, quizás el mayor que tengan nunca y sin embargo pasa casi desapercibido para la sociedad, pese a que es precisamente el momento en que pasan, de formar parte exclusivamente de la familia a abrirse a un mundo fuera de las fronteras del amor fraternal.
- Porque a esta edad los niños son consumidores a través de sus padres, y este libro presenta precisamente los deseos de los padres y madres hacia sus hijos. Y el mercado tendría que conocerlos.
- Porque en un marqueting responsable las marcas tienen la oportunidad de mejorar las expectativas de los padres hacia sus hijos potenciando precisamente todos estos valores que se reflejan en el libro.
Cuando mi hija mayor tenía 7 años, nos planteó que quería hacer la 1ªComunión, su ilusión era por la fiesta que suele acompañar este evento, entonces me di cuenta de que era un momento importante en la evolución de un niño,, en su socialización, cambio de juegos, de inquietudes : cuando eramos pequeños nos regalaban el 1er reloj, la 1ª cámara, la pluma,la caja de colores enorme.... los primeros objetos de adulto, pensé que la fiesta era como una presentación consciente al grupo con el que te relacionas. Y la verdad me supo mal no hacerle una fiesta de ese tipo aunque no hiciera la primera comunión... tal vez se la hago a Lea este año!!! gracias por recordármelo,
ResponderEliminarNat.