Cuando tus hijos, hacia los 9 años, te hacen esta pregunta, se está cerrando un capítulo clave en sus vidas. Se acaba su primera infancia y, con ello, la magia, la fantasía y los grandes sueños.
Desde el punto de vista evolutivo coincide con el momento de la aparición del razonamiento lógico-deductivo: ¿Cómo puede ser que un señor mayor, gordo y con barba pueda llevar los regalos a todos los niños del mundo en una misma noche? Aunque quieran seguir creyendo, la lógica acaba con la magia.
Esto, que lo hemos vivido todos y forma parte de nuestra evolución, comporta grandes implicaciones en el niño, en sus padres y, en última instancia, en los marcas. Conlleva un cambio en el planteamiento de la selección de los regalos y en los sueños.
Empiezan a desaparecer las cartas a los Reyes Magos y la magia acaba convirtiéndose en pura transacción de padres a hijos.
Los más mayores son más selectivos y racionales: piden poco pero objetos de mayor coste. Los más pequeños son muy impulsivos, piden muchas cosas, cambian de opinión cada 5 minutos: piden lo que ven, "yo veo, yo quiero". Por eso los catálogos y los anuncios son tan importantes en el momento de la selección de regalos. ¿Para cuándo un catálogo con adhesivos para niños pequeños que aún no saben escribir, para que puedan utilizarlo en sus cartas de los reyes?
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